sábado, 17 de diciembre de 2016

Cambios en la vida

Todo empezó la primera vez que la vi yo no quería volver a amar a nadie pero su mirada tan penetrante y sus labios tan provocadores eso para mi era una droga algo imposible de superarlo no sabia que hacer estaba amando a alguien con una gran locura para mi algo imposible de superarlo un día tuve el valor suficiente de decírselo me digo que no fue algo bastante doloroso en mi interior.
Al cabo de varios meses volví a hablar con ella y todo parecía bastante silencioso después todo empezó a salir flotando un agujero negro había aparecido todo el mundo estaba consternado y gritando de un gran pánico.
En ese momento vi que la chica estaba tendida en el suelo y llorando corrí a abrazarla y le dije:
``Salgamos de aquí´´ 
Me miro a los ojos y vi una gran mirada de asombro y tristeza me agarro de la mano y salimos corriendo pero en ese momento todo estaba bloqueado no quedaban opciones pero de repente vimos un agujero en una pared corrimos y conseguimos salir vivos pero lo que vimos a continuación fue algo completamente espantoso y terrible ante nuestros ojos 
Y la historia continua con ...





Banda sonora: Requiem for a dream

miércoles, 14 de diciembre de 2016

TRAS EL APOCALIPSIS

Otro día más, me desperté con la luz de la luna, rodeado de maleza e imponentes árboles que se erguían hacia el cielo. Posé mi mirada en las estrellas y recordé que sólo eran un reflejo de lo que habían sido antaño, cuando estaban vivas pero nadie podía verlas.
Así me sentía yo; invisible, efímero, solo.
Tras meses sin ver un rastro humano, había llegado a la conclusión de que si todavía había supervivientes, se encontrarían repartidos por todo el mundo.
Únicamente iba ataviado con unos vaqueros raídos y una camiseta naranja lisa que, por el momento, me habían bastado para enfrentarme a las inclemencias meteorológicas.
Ante este panorama, lo único que podía hacer era avanzar. Un paso en falso me costaría caro, debido a la gran ausencia de agua. Si bebía agua contaminada o caminaba demasiado para buscarla, moriría intoxicado o deshidratado.
Irónicamente, con tanto tiempo para reflexionar, un único pensamiento se originaba y resurgía cada día en mi cabeza, amenazándome con perder la cordura, o peor aún, encontrarla.
Sólo podía rememorar, los últimos momentos del mundo como lo conocíamos hasta ahora.





Banda Sonora: Howard Shore - The Bridge of Khazad Dum

Horizons



Dejamos nuestro mundo hace cincuenta años, la razón fueron las nubes negras, creadas gracias gente cegada por el dinero y el poder. Nos arrebataron el respirar nuestro aire, bañarnos en nuestras aguas y pisar nuestro suelo. Aún recuerdo la deprimente imagen que vestía nuestro hogar desde el antro que nos mantiene vivos llamado Horizons: sus continentes secos y enrojecidos; sus aguas, ennegrecidas por culpa de la basura que vertíamos en los océanos. Todo aquello ocurrió hace mucho tiempo, apenas había llegado a la mayoría de edad, pero mis pupilas retienen esa imagen como si la estuviese viendo ahora mismo. Treinta años atrás nuestra nave llegó a Marte, que ya había sido poblado de antes. La mayoría de los habitantes de esta nave decidió quedarse a vivir en el antes llamado “planeta rojo”. Una minoría decidió quedarse en el Horizons, obsesionada con seguir una extraña señal proveniente de una galaxia recién descubierta cercana a nosotros. Yo estoy entre esos pocos, ya que no habría soportado pudrirme en Marte. Por mucho que digan, ese dichoso planeta no es para nada la Tierra, por eso espero que en esa misteriosa galaxia halla algún lugar similar al perdido “planeta azul”. Ahora mismo, la Horizons ha salido del Sistema Solar; y los ingenieros pondrán en marcha una especie de máquina que distorsiona el espacio-tiempo… o algo así. Falta muy poco, si este mensaje os llega, significa que hemos llegado a nuestro destino; pero si eso no ocurre, es que hemos muerto. La cuenta atrás ha empezado: diez…nueve…ocho…siete…seis…cinco…cuatro…tres…dos…uno…cero…

Banda sonora inspirada: Requiem for a dream

lunes, 12 de diciembre de 2016

MÚSICA SINÓNIMO DE FELICIDAD

Hace mucho tiempo, tanto,  que se me olvida por momentos; ese tiempo en el que la música solía reinar mi preciosa casa, donde bailar era el único requisito para formar parte de la familia. Perdón se me había olvidado presentarme soy Alicia, tengo casi 16 años y vivo en un pueblecillo de Álava cerca de un monasterio. Siempre he amado la música, bailar, escribir canciones y tocar mi preciado piano, pero hace tiempo que en mi casa la música se apagó. Hace alrededor de 7 años, mi abuela nos dejó, claramente fue una gran pérdida pero hubo algunos de la familia que no supieron levantar cabeza y otros que a pesar del dolor supimos seguir adelante. Pero por este acontecimiento mis padres se olvidaron de como sonaba la música y la pena les iba atrapando.


Mi querida hermana, Irene, nunca le gustó especialmente la música pero siempre bailaba conmigo, la música nos unió mucho. Por ello mi hermana siempre ponía música al cocinar, al arreglar el jardín, al hacer cualquier cosa, pero mi padre siempre que la oía iba corriendo a apagarla. Un día mi hermana y yo llevábamos puestos los cascos con la música que solíamos escuchar con mis padres en casa y sacamos los álbumes de la familia. Cuando las páginas pasaban, las lágrimas empezaban a recorrer nuestras mejillas. Yo lo único en lo que pensaba con claridad era una frase que mi abuela siempre repetía: “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor”. Al rato de empezar mi madre apareció por la puerta, sin decir nada conecto sus cascos al ordenador donde también nosotras escuchábamos la música y se sentó entre nosotras, comenzó a pasar la hojas, al principio sin casi percatarse de que había fotos en aquellas páginas. A medida que pasaba el tiempo se paraba más a ver aquellas fotos que decoraban las paginas, hasta que llegó a una página en la que las fotos aparecíamos nosotras bailando en casa las últimas navidades con mi abuela.


En el momento en el que se percató de que en una de aquellas fotos aparecía mi abuela sentada en la butaca – que desde entonces estaba siempre vacía –  sonriendo, pero con esa sonrisa que decía: “estoy orgullosa”. Al verla, mi madre desconecto los tres cascos y la música se empezó a escuchar a todo volumen y mi madre empezó a bailar, de la manera en que siempre lo hacía cuando éramos pequeñas, nosotras la seguimos sin pensárnoslo 2 veces. A los breves instantes que la música se empezó a escuchar mi padre apareció en la habitación exhausto, miro dubitativo a mi madre, esta le tendió la mano y lentamente comenzaron a bailar. Aquel día siempre quedara grabado en mi memoria, aquel día cambio el color de mi casa, todo volvió a ser como debía, invadido de felicidad.


Inspirado en la banda sonora de CARRO DE FUEGO