jueves, 8 de febrero de 2018

¿C.R.U.E.L. es buena? Cap 1

Memorandum de C.R.U.E.L.:
Para: Equipo directivo C.R.U.E.L.
De: Ministra Ava Paige
Ref: Inicio 3ª fase de las pruebas

Los sujetos de los grupos A y B han sido reubicados en nuestra base al norte de Canadá tras su fallida rebelión. Tras la destrucción la base central el Trams-plano ha quedado bloqueado y se pueden empezar la pruebas en supuesta libertad. Esto nos permitirá ver sus reacciones y analizar sus Variables en un estado de normalidad sin que sepan que están siendo observados.

Su intento de rebelión nos ayudo a analizar variables y eliminó a los sujetos de control, y una rapida intervención de la agente Brenda evitó que se nos fuera de las manos

P.D. Recuerden por que lo hacemos. Lo más importante es la supervivencia de la humanidad por encima de la vida de unos pocos. Recuerden C.R.U.E.L. es buenaResultado de imagen de c.r.u.e.l es buena


Memorandum de C.R.U.E.L.:
Para: Equipo directivo C.R.U.E.L.
De: Sujeto A-2 Teresa Agnes
Ref: Mi extracción de las pruebas

Aunque no estaba previsto, se ha considerado necesario extraerme de las pruebas por el reciente inicio de desconfianza que los demás sujetos empezaban a tener hacia mi persona. Era más útil trabajando desde las instalaciones de C.R.U.E.L.
El sujeto B-2, Aris será suficiente para comprobar que las ideas de los sujetos no se alejan del plan trazado. Hemos presentado una propuesta al Comite Central para la extración del Golpe para que los sujetos se sientan más seguros y liberados de C.R.U.E.L. sin mencionar las increibles posibilidades que ofrece  a las Variables. La cura está cerca.

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domingo, 4 de febrero de 2018

Cylindrus, Cap 1: Inmensidad Curvada

Primera Mitad:

Nada más despertarme noté por primera vez cómo el viento sacudía las altas hierbas, chocándose con mi rostro de vez en cuando. Escuché el lejano aullido del viento, mezclado con un agradable pitido que no supe reconocer en ése momento. Entonces abrí los ojos.
Me encontraba tumbado, oculto por ésos amarillentos tallos que me impedían ver más allá de éstos. No tardé en darme cuenta de que podía mover brazos y piernas, así que los apoyé sobre el suelo y me enderecé. Lo que vi en ese momento me cortó la respiración:  tenía ante mis ojos colinas cubiertas de un manto verde, lagos de aguas cristalinas, bosques de altos árboles y desiertos expandidos hacia la eternidad; todos descaradamente curvados, dando la impresión de tener dicho paisaje en todas direcciones.
Un largo cable, rodeado por la vigilia de las esponjosas nubes atravesaba el mundo por el centro, transportando una luz que bañaba la sección del cilindro en la que me encontraba. 
En ése instante el pánico surgió dentro de mí como una horrible enfermedad.
"¿Quién soy?" Pensé en ése momento. "¿Dónde me encuentro? ¿Por qué estoy aquí?" Me arrodillé, consumido por un miedo que me obligué a ignorar.
No valía la pena hacerme preguntas, ni intentar buscar las respuestas en mi memoria, pues ésta era un amplio océano en ése momento. Me volví a levantar, clavando la mirada en el curvado paisaje y empecé a caminar, con la esperanza de encontrar algo que me pudiera dar respuestas.

Atravesé las altas hierbas y salí hacia un amplio y verdoso prado con varios puntos blancos y negros en movimiento. Poco a poco me fui acercando hacia uno de ésos puntos, con una despreocupada marcha. La amarillenta luz bañaba mi piel, y la agradable brisa se chocaba suavemente contra mi cuerpo. A pesar de no recordar nada, me sentía bastante relajado. Mis piernas me permitían caminar sin mucha dificultad, y mis pies aplastaban el esponjoso suelo, y todo eso junto me convencía de no darme prisa, pues ¿qué importaban en ése agradable momento todas las preguntas que tenía? Siempre podría responderlas más tarde, después de disfrutar del paisaje.
El punto en cuestión resultó ser un curioso animal: su altura total me llegaba hasta el pecho, todo su cuerpo estaba cubierto de manchas blancas y negras, poseía cuatro patas terminadas en pezuñas y su rostro indicaba que se trataba de una criatura dócil.
El animal soltó un largo y aburrido sonido, como indicando que mi presencia le importaba más bien poco, y bajó la cabeza, acercándose a la hierba y arrancando una sección de un mordisco. En ése momento mis tripas empezaron a rugir, recordándome que mi cuerpo tendría que nutrirse pronto. Miré al animal, pensando durante un segundo en matarlo y comerme su carne, pero me sentí culpable inmediatamente.
-¿Por qué he pensado eso?- me dije. – ¿De verdad que iba a quitarle la vida a un animal que no me ha hecho daño?
Descartada la idea de comerme a ésa criatura, busqué algo en el prado que pudiera llevarme a la boca. Al parar mi mirada en un bosque cercano, una nítida imagen surgió en mi mente: Caía nieve del cielo, y delante de mí había un árbol, de tronco gris como la piedra y las hojas azules como una laguna de aguas cristalinas. En dicho árbol había colgados unos blancos frutos. En el recuerdo cojí uno, notando su lisa textura sobre mi mano, como si estuviera allí. Me llevé el alimento a la boca, su jugoso sabor inundando mi boca. Entonces volví al mundo real.
-“Fruta” – Pensé en ése momento. – “Seguro que los árboles de ése bosque tienen fruta.”

Guiado por ése recuerdo, recorrí el prado rápidamente, buscando algo que llevarme a la boca.