lunes, 27 de febrero de 2017

Se avecina la tormenta

Las alarmas sonaban como truenos durante una tormenta mientras yo, Caaraelh Uruimuk me dirigía hacia el crater que había perforado aquel extraño objeto metálico que había caído del cielo hacía unos minutos. El ONICC había formado un extenso campo redondo dentro del cual reinaba la más espesa de todas las nieblas. Esperé un rato a que las nubes bajas se retiraran y me dejaran ver un agujero de, por lo menos, cincuenta alas de profundidad en cuyo centro se encontraba el objeto a investigar. Visto de cerca, el ONICC no era más que una cápsula alargada anclada a dos inmensos anillos que giraban de forma opuesta. Pensé en informar a la Reina cuando una compuerta en la cápsula se abrió, permitiendome ver a tres extrañas criaturas que salían, sorprendidas, al exterior. 
En constitución, se parecían a nosotros, los Uzjaek, pero no tenían alas, ni exoesqueleto, y eran del tamaño de un adolescente de los nuestros. Sobre su piel llevaban una especie de traje de goma flexible, mientas que en la cabeza un extraño casco de metal y cristal les cubría el rostro. Uno de ellos sacó un extraño artefacto y, acto seguido, les hizo señas a los otros dos. En ese instante me di cuenta de que eran una especie inteligente, con la que podíamos comunicarnos, así que decidí llevarlos ante el Consejo de la Reina, para traducir su lenguaje y poder hablar con ellos. Inmediatamente, unos guardias los capturaron y se los llevaron.
Unas horas después, los sujetos estaban ante la Reina, respondiendo las preguntas que ésta les planteaba: se hacen llamar "humanos", viven en un planeta, en otro brazo de nuestra galaxia, que ellos llaman Tierra. También nos han dicho que esa "Tierra" está gobernada por cinco líderes que batallan entre sí por codicia, llenando su planeta de unas "nubes negras" que se alimentan del aire puro, ahogando al planeta poco a poco. Les pedimos que abrieran comunicación con su planeta, y así hicieron. Otra vez en el ONICC, una antena, apuntando al cielo, disparó un haz de oscuridad que hizo que, después de unos minutos, en el traductor apareciera el siguiente  mensaje: "Aquí Colonia de Subsistencia número 5, hemos recibido vuestra llamada de socorro, procedente de un planeta a bastantes años luz de distancia, en el brazo de Sagitario. Al parecer, vuestra misión ha sido un éxito: habéis llegado al planeta del cual venían aquellas distorsiones de materia oscura, aunque halláis tardado como cien años. Os damos la enhorabuena desde la tierra..."
En ese momento, la transmisión se cortó, dando lugar después a una serie de ruidos extraños que nos puso a mi y a la Reina las antenas de punta. Ese ruido nos era familiar a los dos, y no nos despertaban buenos recuerdos, precisamente. Después, la transmisión humana volvió con otro mensaje: "CS5 a VTEEI, respóndanos, hemos recibido la transmisión de un objeto bastante grande que se dirige hacia vuestra posicion... abandonad el planeta de inmediato, repito, abandonad...
Momentos después de que la transmisión se cortara, nos mantuvimos en silencio, sabiendo, en nuestro interior, que la tormenta había vuelto, y se estaba acercando.

Aprovecha el tiempo

"Luna solo hay una, pero hay infinitas noches
vendería cada día por volver a aquel entonces"
Como el tiempo no aprovechaste eso es lo que me dices,
imaginas tu ´último suspiro y lo temes,
al llegar el momento se borrarán todas tus heridas y colores.
Algún día morirás, tu destino ya conoces
no entiendo tu preocupación por lo que suceda después.
Llegado el momento te olvidarán tus amables amistades,
y tu recuerdo sera borrado de sus corazones.
Recuerda que el tiempo no es cortés,
si te estancas dejará que te ahogues.
Aprovecha el tiempo como mi mañana murieses