jueves, 16 de noviembre de 2017

Sentimientos

Frío, es eso que me quitas cuando me abrazas. Ese calor que desprende tu cuerpo me mantiene viva.
Silencio, tan incómodo a veces pero por dentro gritamos... tal vez son nuestras miradas que lo dicen todo.
Amor, oh el amor. Tú, y solo tú, me has enseñado que eso de verdad existe. Hasta no hace mucho pensaba que Cupido era un idiota, que no tenía puntería o que sus flechas no enamoraban, sino que mataban.
Me he dado cuenta que el amor no se busca, se encuentra. Estás tú un día tan tranquila y de repente llama a tu puerta sin avisar. Al principio se tiene miedo, mucho miedo, no sabes que hacer, estas confusa. Crees que estas enferma o algo, sientes algo muy fuerte en el pecho como si fueras a morir. No sé, es muy extraño pero a la vez bonito. Esa sensación que ni con palabras puedes describir, esas sonrisas que te salen de repente, sin saber ni el por qué ni el cómo. Que la gente te pregunta: "¿Qué te pasa?" Y tú solo te limitas a sonreír y levantar los hombros mientras dices: "No lo sé, simplemente estoy feliz." Y los dos acabáis riendo a carcajadas.
Distancia, es esa palabra que mucha gente no entiende porque nunca la han vivido en su propio cuerpo. Esos kilómetros que, aunque no sean muchos, te acaban destrozando por dentro. Esa sensación de querer ver a una persona pero no poder. Es, más bien, esa impotencia que se siente de tener que esperar semanas o incluso meses para ver a esa persona. ¿Por qué? Por la distancia.
Hoy en día los adultos dicen que los jóvenes de hoy en día estamos enganchados al móvil, nomofobia lo llaman. Creo que es una tontería. No estás enganchado al móvil, sino a la persona que esta detrás. Esa persona que gracias a ese "aparato del demonio" puedes contactar con ella. Que aunque es muy diferente hablar mediante textos y emoticonos o, únicamente, escuchando su voz, esos pequeños detalles te ayudan a mantenerte vivo día a día.

lunes, 13 de noviembre de 2017

El Agujero Negro

Mi amo de jardín, el falanster de Ivshiral, nunca tuvo mucho pelo en la cabeza, que digamos, pero de las pocas veces que le he visto sin cortárselo recuerdo que era negro. Poseía los ojos del dorado típico de los Segunda sangre, y su piel no muy lisa mostraba que le quedaba poco para el Cambio.
-¿Cómo sabías dónde estaba, Yif Alazten? –Pregunté sorprendido al aterrizar.
-Bueno, digamos que podía veros cayendo desde la Pirámide del Cielo.-Respondió, como si nuestra llegada no hubiera sido una sorpresa para él, algo muy común en el Amo de Jardín.
-Un momento… ¿La pirámide del cielo dices? ¿¡Estamos en Zayreap!?
-Sí, pero no te preocupes, ya advertí al Ziheff de la posibilidad de encontraros, alegando que fue un accidente, puede que a vosotros no os pase nada, pero Zharken, cuando tu hermana se entere creo que desearás tener una Sangre de Salvación.
Mis amigos suspiraron aliviados, algo que no pude compartir con ellos. Habían oído rumores de un dictador absoluto en esta zona, pero obviamente no sabían lo beneficioso que supone eso para dicha población. La Pirámide del Cielo es sin duda la construcción más grande de Zayreap erigida desde el suelo. Tras observar un poco me fijé en lo que parecía ser la plateada punta del edificio asomando tímidamente tras el bosque, en la dirección de la cual venía Yif. Me sorprendió el hecho de, aun habiendo estado en el cielo, no haberla visto.
-¿Y qué es eso de allí?-Preguntó Dev, señalando al edificio que dejamos atrás.
-Realmente no tengo ni idea-Respondió el falanster.- Hace unos meses un humano le pidió al Ziheff este terreno, pero desconozco sus motivos, pero creo que nos hemos desviado del tema. Os habéis metido en un lío, y si os hubiera pasado algo habría recaído en mí la responsabilidad. Supongo que se os habrá roto la máquina en la que viajabais, en ese caso dejadme echar un vistazo.
El camino de vuelta no fue tan corto como el de ida, básicamente porque no hablamos mucho durante el trayecto. Eso me dio tiempo para pensar: mi padre no solía dedicarme tiempo, obviamente debido a la responsabilidad de mantener el Feudo Máximo, y mi Madre se encontraba en algún lugar de los Dominios Ro, probablemente sin saber de mi existencia. Eso me dejaba con Yif Alazten, el cual nos enseñaba y aconsejaba a mí y a mi hermana y gastaba la mitad de su valioso tiempo en nosotros. No es que no me fíe de él, todo lo contrario, pero la forma en la que cambió de tema al mencionar lo de aquel edificio me pareció bastante sospechosa.
Tras un tiempo llegamos otra vez a la nave, la cual estaba igual que cuando la dejamos: el casco y las alas completamente destrozadas, el perro descansando al lado, con una pierna dislocada y…
-Un momento, ¿dónde está Rishar?-Pregunté.
-Estaba aquí hace una hora.-Dijo Jay.
-Y se suponía que también estaba herido.-Contestó Shen.
-Bueno, no pasa nada. Avisaré a la Guardia, mientras separaos para buscarle. Ah, y que alguien se lleve al perro, no vaya a ser que desaparezca.
Después de ver a Yif Alazten desaparecer entre la maleza comenzamos la búsqueda: Decidimos buscar cada uno por un lado mientras Jay se quedaba con el perro, llamando al Fzylk y esperando respuesta. Unos minutos más tarde la nave era un lejano punto reflectante, oculto tras el follaje azul del bosque. Llamé a Rishar, como de costumbre, pero en vez de responderme los sonidos típicos del bosque escuché otro sonido, más grave, más profundo, más constante.
Sin saber por qué, decidí acercarme a ese ruido, ni siquiera el miedo podía frenar mi avance, caminé con paso firme, apartando las hojas que me encontraba por el camino. La fuente del ruido resultó ser una pequeña esfera. Su contorno distorsionaba el paisaje detrás suya, y al observar su centró, me entraron escalofríos. Era de color negro… no, esa figura parecía absorber el color. Era como un agujero negro.
De inmediato, la esfera se contrajo y después un estallido de luz blanca me cegó. En ese momento noté como todo mi peso se esfumaba, pasando a un estado parecido al que siento en el espacio.
Un inesperado gas inhaló mi nariz, entró por mi boca e invadió el resto de mi cuerpo desde mis poros. Noté cómo recorría mis vasos sanguíneos y luchaba contra el helio por conseguir un sitio dentro de mis sacos aéreos.
Traté de exhalar el aire, pero solo conseguí expulsar el helio, lo que le dio más hueco al misterioso gas.
Flotaba por ninguna razón aparente, “algo” se había apoderado de mi cuerpo y no podía ver nada, pero curiosamente no sentía miedo, es más, no podía sentir ninguna emoción. Unos segundos más tarde mi cuerpo se desconectó del mundo real, dejé de oír ese estridente ruido, dejé de oler y saborear, y dejé de sentir el aire recorriendo mi ingrávido cuerpo.

Entonces me caí.


domingo, 12 de noviembre de 2017

EL DÍA EN EL QUE LO PERDÍ TODO.CAP 3

Cuando salimos no podíamos creer lo que veían nuestro ojos. En la calle habías muchísima  gente corriendo y gritando por todas partes, por no decir los estudiantes de la entrada .No sabía que hacer ,estaba paralizo por la terrorífica escena que había en las calles, hasta que karlos me golpeo del hombro para salir de la universidad, si es que hay forma de salir.

cuando nos disponíamos a bajar algo no hizo para de golpe lo que hizo que me resbalara,las escalera estaba llenas de aquellos monstruos come sesos, a si que  nos vimos obligados a subir las escaleras y encontrar otra salida. Y se me ocurrió  ir a la clase donde aprendíamos  carpintería,y le dije a karlos que fuésemos ahí ya que había herramientas con las que podíamos  defendernos.

Cuando llegamos ya había alguien ahí,era una chica con el pelo rojo que tenia cierto parecido a la sangre y ojos azules con un tono verdoso ,era bastante atractiva. Por lo que me contó ,se llamaba Alexa ,era de los países escandinavos pero sabia hablar bastante bien el español y también me dijo que todas sus amigas murieron, ella parecía bastante afectada así que le asegure que saldríamos de ahí con vida y la protegería pasase lo que pasase, al decirlo se le dibujo una pequeña sonrisa en su hermosa cara, pero yo no estaba seguro de si predirá conseguirlo y me sentía mal por hacerlo pero se gusta mas ver el vaso medio lleno.

Cuando entramos  toda la habitación  se encontraba  destrozada, como si alguien hubiese buscado algo. Antes de buscar atrancamos la puerta porque no queríamos que aquellos muertos nos diesen una sorpresa. Tras buscar durante un largo tiempo por fin encontré algo útil, era un,no era gran cosa,pero era eso o  ir indefenso y ser el plato principal para esos zombies, así que lo cogí y lo guarde en una mochila que había ahí tirada.Alexa también encontró algo era un martillo, y karlos encontró una pistola de clavos  con bastantes clavos. Tras prepararnos bien abrimos la puerta y salimos.