La
tierra empezó a moverse y sabia que algo iba mal. Todo comienza con una niña que
soñaba con su dragón todas las noches, ella sabia que los dragones estaban sobrevalorados,
pero ella estaba empeñada en que el suyo era diferente, era especial. En sus
sueños no paraba de morderla y le quemaba cuando abría la boca, pero siempre la
pedía perdón con la boca pequeña, y los ojos llenos de lágrimas, a ella se le enternecía
el corazón. Ella era la guerrera mas valiente de todo su sueño, aunque a veces
estaba cansada de tener que ser tan valiente, porque, aunque no lo parezca a
veces solo queremos ser libres y salir de nuestro sueño.
Todo
era precioso cuando volaban sobre el mar, miraban los atardeceres, cuando
estaban solos. Pero había veces en los que el dragón se ponía la capa invisible
y aunque la pequeña guerrera le llamara mil veces nunca aparecía hasta que se aburría,
otras veces el salía del mundo volando, y la pequeña hacia lo mismo, lo llamaba
y lo volvía a llamar de forma incansable, ella nunca se podía enfadar. Había veces
en las que ella no podía aguantar más, cogía su capa invisible y desaparecía. Cuando
el dragón se daba cuenta enfurecía y la llamaba con agresividad, ella no podía evitar
aparecer al poco tiempo aun sabiendo que el estaba muy muy enfadado.
Ella
comenzó a irse más a menudo, él se creía con el derecho a enfadarse por ello. A
ella ya no solo le dolía el corazón cuando el se enfadaba, el ya no solo
gritaba. Ella tenía miedo, pero nunca se le olvido ser valiente. Y cuando
estaba en lo más doloroso del sueño, vino el día y la despertó. Creo nuevos
sueños donde no había ni dragones ni príncipes, ya solo estaba ella con personas
maravillosas.
Esta
es la historia de muchas mujeres que consiguen salir de sus relaciones toxicas
plagadas de violencia de género, hay algunas que no lo consiguen. Las mujeres
quieren ser libres no valientes.