jueves, 24 de mayo de 2018

Visión Oscura


Zharken Eyvar no pudo ver el fogonazo de luz, pero aún así percibió cómo sus amigos humanos caían al suelo, cegados por el supuesto destello. Al parecer había perdido el sentido de la vista, pero para él no parecía ser un inconveniente; ya que, curiosamente, podía distinguir todo lo que le rodeaba sin que la luz tuviera que entrar en sus pupilas. Era una especie de “visión oscura”, la cual había ampliando su campo de percepción, permitiéndole saber lo que tenía detrás suya sin darse la vuelta.
-¡Los Shai han atacado la pirámide! – Gritó Yif Alazten. – Tenemos que salir de aquí de inmediato.
-¡¿Y cómo vamos a hacer eso?! – Preguntó Shen, en el mismo tono que el amo de jardín. – Por si se te ha olvidado, tu señor… - Shen cortó la frase al ver a Zharken levantándose y dirigiéndose sin ningún problema hacia la salida, haciendo un gesto para que le siguieran, cosa que éstos hicieron.
- ¿A dónde vamos, Yif? – Preguntó su señor
- Hay un búnker bajo el salón principal, iremos hasta allí.
- Bien, guíanos.
Mientras corrían por los pasillos, Zharken se percató de que llevaba puesto un mono de enfermería, y no sus ropajes ketharís. Soltó una maldición, dolorido por dejar atrás esa prenda tan práctica.
- Una cosa, Z. –preguntó Jay. - ¿Cómo es que puedes saber lo que hay a tu alrededor sin ver? ¿Es acaso eco localización o algo parecido?
-Los Qfi Azja no poseemos eco localización en nuestra forma genérica. – Contestó Zharken, con una risita. – algunos incluso no la tenemos ni en la Forma Única.
- ¿Entonces..?
- Entonces, Jay, puedo percibir lo que hay a mi alrededor, como si pudiera “ver” a través de la oscuridad
- ¿Desde cuándo sabes hacer eso?
- Desde que me desperté en la enfermería – Respondió Zharken
- ¿Y por qué no nos lo habías dicho antes? – Exigió saber Yif Alazten.
- Muy simple, porque no me habíais preguntado antes. – Dijo en tono burlón, encogiéndose de hombros.
Al llegar al Salón Principal, una atemorizada muchedumbre les dispersó por toda la sala. Zharken, para ahorrarse esfuerzos, decidió fluir en el frenético mar de zayrens, escuchando súplicas a la Dama del Bosque, la cual no había ido a luchar.
- “La Dama del Bosque…” – Pensó. Ésta había entrado en la enfermería en la cual se encontraba antes, como si estuviese persiguiendo a alguien, únicamente para marcharse corriendo más tarde. Alzó la cabeza, pensando que tal vez su visión oscura alcanzaría la cúspide de la Pirámide. El intento, como preveía, fue en vano. La figura de Yif Alazten se acercó a él por la derecha, nadando entre el mar de gente que llenaba el Salón.
-Tus amigos humanos están ya en el búnker. – Dijo el Amo de Jardín, agarrando a Zharken por el hombro.
- Bien, ve con ellos, necesitarán compañía.
- ¿Cómo? – Preguntó Yif - ¿Qué se supone que pretendes hacer?
- Buscaré un sitio alto y me lanzaré a ayudar a los zayren.
-Zharken… ¿Eres consciente de que no llevas tus ropajes ketharís?
- He pensado en eso. – dijo. – Voy a usar la Forma Única.
- ¡¿La Forma Única?! – Exclamó el amo de jardín. - ¿Acaso sabes invocarla?
- Li-Shu me enseñó a usarla cuando quiera, dedicó mucho tiempo a entrenarme en ello.
- Aún así, no puedo poner tu vida en peligro…
- ¿Acaso no lo ves, Yif? Estoy ciego, los fogonazos Shai no tienen ningún efecto en mí
- Está bien; pero Zharken, escúchame bien, ni se te ocurra poner tu vida en peligro, ¿me oyes?
- Vale, prometo no morirme. – Dijo Zharken, para más tarde dirigirse a las salidas. Unos guardias trataron de impedirle el paso, pero aún así consiguió salir de allí, dirigiéndose después a las escaleras. Subió durante lo que le parecieron siglos, corrió tanto que su visión oscura se distorsionó, lo cual le hizo chocarse con alguien que iba al lugar opuesto. Ambos cuerpos cayeron al suelo, y cuando Zharken recuperó su percepción pudo fijarse en la silueta con la cual se había chocado.
La silueta pertenecía a la Dama del Bosque, Euynérala.


No hay comentarios:

Publicar un comentario