Perdón, sí, tú, chico de la sonrisa.
Que no puede parar de enamorarme,
de tentarme y fuertemente liarme.
Pues, querer tu olor en esta camisa
gravemente me tienta y me avisa
de que ansío con deseo no callarme
esto que ansía con deseo acuchillarme
por dentro con letras que fueron brisa.
Tierra café en rostro hermoso.
Luz das en esta triste oscuridad.
Luz que ilumina este vacío lloroso
que lograste poder dejar borroso.
Esta alma dejaron sin gravedad
que lograste bajarla a un confín lioso.
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