-Bien Nai, súbete a mi espalda y yo te llevaré al otro lado -Dijo Jack.
-S-si... -Respondió Nai con miedo.
Jack se agachó a su altura, le miró a los ojos y dijo con una sonrisa tranquilizara:
-Confía en mí.
En ese instante entró al agua, Nai se subió a su espalda y nadó al otro lado del río, subieron al pueblo escalando unas rocas y se encontraron a Rick corriendo a cerrarles las puertas de la muralla del pueblo, y subiéndose a ella y comenzó a reírse de los hermanos.
Ambos hermanos miraron una montaña y comenzaron a escalarla, en la cima, había un acantilado de dos metros de largo y no se veía el final de la caída; Jack a Nai y le lanzó a la muralla para, a continuación, saltar él entrando así al pueblo.
Corriendo fueron al otro lado del pueblo y llegaron a un pequeño callejón con una valla de madera abierta, peo al acercarse apareció Rick desde el otro lado de esta y la cerró.
-¡Rick para ya! -Gritó Jack enfadar y acercándose a la puerta.
Nai vio a un pequeño cachorro pasando por allí, cogió u a piedra y se acercó, al llegar frente a él se agachó y le acerco la piedra a la nariz para que la oliese, se puso en píe y la lanzó al otro lado de la valla y el perro corrió tras ella.
El pequeño cachorrillo pasó por enhueco de la valla y vio a Rick, el cual salió corriendo nada más verle ya que tenia fobia a los perros, el perro al verle correr le siguió pensando que quería jugar y los hermanos pudieron cruzar la valla, salir de Albarnum y seguir su camino.
Muy bonita la historia.
ResponderEliminarGracias Pilar :)
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