jueves, 5 de octubre de 2017

EL DÍA EN EL QUE LO PERDÍ TODO. Cap 1

Era un frio día de diciembre, el cielo estaba nublado y amenazaba tormenta. Era viernes  por lo que no tenía nada que hacer, así que me puse a ver la tele mientras hacia el desayuno para mí y para mi compañero de piso. Se llamaba Karlos ,lo conocí en la universidad hace dos años, era un chico al que nadie le podía quitar la sonrisa de la cara, siempre llevaba el mismo peinado ,cuando le pregunté el porqué de su repetitivo peinado siempre me decía que era porque le gustaba.
Mientras comíamos puse en la tele los Simpson, era uno de nuestros programas favoritos. Cuando acabamos recogimos todo y nos fuimos a cambiar porque aquel día teníamos clase por la tarde. Como la universidad estaba bastante lejos teníamos que coger el autobús. Cuando paramos en un cruce porque había un semáforo en rojo me puse a observar a la calle. Estaba completamente vacía solo se podía ver los coches pasar delante nuestra, pero lo raro fue que no hubiese nadie andando o corriendo. De repente una figuro salió de una de las esquinas de la calle, era un hombre, pero algo iba mal, aquel hombre iba arrastrando el pie por el suelo mientras que otro lo movía, también le salía sangre por la boca, parecía un “zombie” como el de las películas. Pero no le di importancia porque sabía que tenía que ser alguna campaña publicitaria para anunciar alguna película que acabase de salir en los cines.

Cuando llegamos a la universidad había mucha gente por lo que pensamos que habíamos llegado tarde, así que entramos rápido sorteando a las personas y recorriendo los laberínticos pasillos de la universidad hasta llegar a clase. En aquella clase hicimos un examen que, para mi gusto, fue rápido y sencillo por lo que acabe rápido. Cuando terminó la clase me levante para estirar las piernas, así que, me quede mirando por la ventana. En ella se podían montones de casas y también pájaros que revoloteaban libres en el cielo aparte de los grandes portones de hierro que había en la entrada. Tras un rato de tranquilidad y relajación de la nada aparece una sombre en los portones, era un hombre. Andaba  de frente sin hacer caso a los portones, dando un golpe tras otro, hasta que aparecieron varios profesores para ver lo que sucedía. Uno de ellos, el profesor de educación física se acerco y le pregunto qué quería, pero aquel hombre no respondió, le volvió a preguntar lo mismo otra vez, pero tampoco encontró una respuesta y a la tercera en vez de preguntarle le cogió del cuello  y le levanto del suelo, sin encontrar respuesta se empezó a enfadar y cuando por cuarta vez, le pregunto si se podía ir de ahí, pero  en vez de responderlo le cogió del brazo le mordió.

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