Afflato es eterna, o por lo menos hasta ahora lo ha sido. ¿Qué contradictorio, no? Efímera, pero eterna. Sería interesante ver qué sería de nosotros sin ella.
Tengo la ligera sospecha de que ya visitaba a nuestros ancestros allá por la Prehistoria. ¿De qué otra manera sino, habrían logrado hacer fuego?
Sea como fuere, la humanidad fue evolucionando y consigo, vinieron los pertinentes avances. Irónicamente, todo lo que hemos avanzado sólo ha contribuido a nuestra deshumanización.
Debería decir que Afflato ha sufrido pérdidas considerables. Ella, como la muerte, es universal, aunque yo os esté hablando de su faceta italiana. Tiene muchísimos hermanos y hermanas, de muy distinto carácter. Poco a poco, algunos de ellos fueron desfalleciendo y dejaron la costumbre familiar de visitarnos. También se creía que serían eternos, pero fueron olvidados y, amigos míos, el olvido es la peor muerte.
De todas maneras, Afflato ha ido afrontándolo con ayuda de otra de sus hermanas, Sperare. Probablemente ésta sea la última en ser olvidada, si es que lo fuera. Eso sí, como deje de visitarnos, estaremos completamente perdidos.
Se dice que, de las hermanas, es la última en perderse.
No conozco ni conoceré la historia completa de mi amiga, pero noto que se encuentra en uno de sus peores momentos. Tiene los nervios a flor de piel y noto su decepción y su melancolía en cada nueva visita.
Temo por ella y por su supervivencia si esto no mejora.
Sperare, ven pronto.
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