Día 20 de mayo del décimo año tras la Paz. Hola, mi nombre
es Hyroku Okashima, trabajo en la Unidad de Desarrollo y Educación del NAIP,
una inteligencia que, según mis superiores, podría salvar el mundo de su
inminente desolación. Sinceramente, no confío en que ese robot pueda hacer tal
cosa, ya que en ninguna de las ocasiones se ha molestado en conocer nuestros
nombres. Ese es el motivo por el cual he decidido firmar a favor del programa
Horizons, quiero dejar pronto este moribundo planeta; y pensar que aún queda un
mes…
Hoy es el día en el cual NAIP se presentará a la poca
humanidad que queda, y yo tengo que bajar con él en el descenso, lo cual no
será un problema ya que no suele hablar mucho. Además, ahí abajo me esperan mi
mujer y mi hija, por fin me reuniré con ellos.
Cuando entramos en el ascensor espacial, la esclusa se
cierra y, en un marco de la pared, se marca el tiempo que durará el descenso: 1
hora y cinco minutos.
Nada más iniciarse el descenso, NAIP comenzó a hablar:
-Oye, me gustaría saber tu nombre para poder iniciar una
conversación formal.
Aquello me dejó de piedra, ¿cómo es posible que una IA con
personalidad propia que nunca se había interesado en mi nombre empezase a
hacerlo ahora? La respuesta me vino inmediatamente a la cabeza: El Jefe.
En fin, únicamente me limité a decir:
-Mi nombre es Hyroku Okashima, ¿cómo es que ahora quieres
saber mi nombre?
-¿Ahora?¿Acaso nos hemos visto en algúna otra ocasión?
-Pues sí, y en ninguna de esas veces te has interesado en mi
nombre.
-Bueno, pues ahora sí que me intereso en tu nombre; y me
gustaría, como ya dije antes, iniciar una conversación para conocerte mejor.
-Vale, empieza.-Dije con un suspiro.
-Está bien, ahí va mi primera pregunta: ¿cuál es tu elemento
químico favorito?
-¿No podrías empezar con algo más simple?
-Bien, ¿entonces que es lo que tú consideras simple?
-Pues… por ejemplo, podrías preguntarme por mis aficciones.
-En ese caso, ¿a qué te dedicas en tu tiempo libre?
-Bueno, antes me dedicaba a la ingeniería aeroespacial pero
ahora…
-Me aburro
-¿Qué te aburres? Si todavía no hemos empezado a hablar.
-Ahora mismo estamos hablando
- Ya, pero me refiero a conversar, me has interrumpido.
-Entonces cambiemos de tema.
-Si insistes…
-Perfecto, ¿cuál es tu coeficiente intelectual?
-Ciento doce
-Qué raro, me lo esperaba mucho más bajo
-Oye, tampoco te pases que tu también…
-Siguiente pregunta: ¿cuál es tu tasa de fertilidad..?
-¡Y a ti qué te importa!
Ese dichoso robot empezaba a sacarme de mis casillas, e iba
para más. Él lo notó y me preguntó:
-Qué te ocurre?
-Lo que me ocurre es que tus preguntas me angustian
-¿y por qué te angustian mis preguntas?
-¿Quizás porque son demasiado personales?
-¿Personales?¿qué es para vosotros algo personal? Que yo
sepa, todo lo que publicáis en vuestras famosas redes sociales es algo que
podríais considerar personales, ¿verdad, Hyor-Gamer…?
-¡Ya basta!
Si no fuese por una voz familiar que oí en la cabina de mi
derecha, el programa NAIP no habría llegado a La Tierra
-¿qué es lo que ocurre?-dijo.
-¡Jefe! Menos mal, este robot me está poniendo nervioso.
-Está bien, no te preocupes, ya me encargo yo de NAIP,
relájate.
-Pero, jefe, se suponía que era mi obligación…
El jefe soltó una carcajada:
-¿En serio crees que te habría enviado a ti a acompañar a la
IA? No han pasado ni quince minutos y ya te estás quejando. Tienes menos
paciencia que un niño pequeño en un supermercado. Estaba haciendo… un
experimento social. Anda, NAIP, entra en mi cabina, pero ten cuidado al
quitarte el cinturón de seguridad.
Cuando el robot se fue, aproveché los tres cuartos de hora
que me quedaban para terminarme la novela que me estaba leyendo. Y así, pude
terminar tranquilo mi descenso a la Tierra.
Un experimento social XD
ResponderEliminarMe encanta Carlos, y gracias Ángela por tu comentario.
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